Buenos días
a todos. ¿Cómo habéis pasado la semana? Espero que me hayáis hecho caso
y seáis un poco más felices.
La semana pasada, os comentaba que poco había visto escrito acerca del estilo de los hombres, pero un lector de mi blog, me corrigió y me hizo ver que si
había un buen número de páginas o blogs escritos al respecto. Nuevamente analice otras webs, leí
blogs y efectivamente si que hay cosas escritas, pero…, cuando
lees esas páginas, parece que únicamente
se puede tener estilo, gastando mucho
dinero, comprando
en tiendas de lujo, y únicamente si vestimos con grandes marcas. Reitero, el estilo no tiene nada que ver con el dinero.
No quiero decir con esto, que no pueda facilitar las cosas, en general es cierto
que si, y tampoco que esté en contra de las marcas, hay ropa y complementos de marca, con fantástico diseño y elevada
calidad. El estilo de un hombre no solo depende de lo que lleve puesto y los
complementos que utilice. Se puede tener o adquirir estilo, sin gastar
cantidades exageradas de dinero, y acerca de ello es sobre lo que hay poco o casi nada escrito.
Os pondré un ejemplo. En una
empresa en la que trabajé hace tiempo, había un directivo, que llevaría en ropa
y complementos no menos de 12.000 €, cada día. Trajes de Carolina Herrera y
Ermenegildo Zegna, camisas de Hackett. Façonnable y La Martina, zapatos de
estilo inglés hechos a mano en las más prestigiosas zapaterías de Madrid,
corbatas de Hugo Boss, reloj Cartier o IWC, y con un fondo de armario, amplio.
En definitiva, si solo lo que se llevase puesto fuese lo que caracterizase el
estilo de una persona, diríamos que tendría todas las oportunidades de poder
decir ¡¡¡ QUE ESTILO TIENE!!!. Sin embargo, esta persona no trasmitía absolutamente nada.
La forma de combinar la ropa, su aspecto personal, su carácter, su
comportamiento, no estaba acorde con el gasto que realizaba.
Por el contrario, hace unos días, tomando un aperitivo en la
terraza de Rosales 20, os lo recomiendo, estaba sentado en una mesa muy cercana
a la que me encontraba una pareja joven con dos niños pequeños. Él rondaría los
30 años, y no era un hombre atractivo, más bien,
poco o nada. Llevaba unos pantalones chinos de color azul claro, que podrían
ser perfectamente de Zara, un polo gris claro, sin ninguna marca
identificable y unas alpargatas, en total no sumaría más de 200 € lo que tenía
puesto, después de un rato observando, la gente con la que yo me encontraba, llegamos
a la misma conclusión… ¡¡¡ TENÍA ESTILO!!!.
Situaciones como estas que acabo de describir, nos las
encontramos cada día por la calle, en nuestro entorno más cercano, y es lo que
me lleva a reafirmarme en lo que os comentaba al inicio. El dinero
puede dar comodidad y posibilidades, no clase
y estilo. Ó se tiene, ó se educa, y sin dinero, también
se puede conseguir.
Por cierto, antes he hablado de
Rosales 20, pero cualquier otra terraza del Paseo Rosales en Madrid, Malevos,
Charing Cross, Häagen-Dazs, son sitios muy agradables para tomar algo a última
hora de la tarde, cuando el calor ya ha bajado un poco. Además, es un escaparate gratuito,
para poder percibir lo que es un hombre con estilo, pero también un hombre con
mal gusto y, creerme observando se aprende.
Desde Sopelana, os deseo unos
felices dias a todas y a todos y la
semana que viene… más.
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